Guillem Martínez
A Icaria, vía Texas, pasando por Barcelona

Esta historia empieza en Barcelona y acaba en Texas. Hay indios peligrosos detrás de un matojo, barcos, revoluciones, la primera formulación del republicanismo y el socialismo catalanes y una comuna comunista en América, con presencia catalana, que iba a cambiar el mundo. De todo eso no queda nada, salvo dos objetos, que se pueden ver con cotidianidad en Barcelona, si bien de tanto verlos, nadie los ve. Uno de ellos es un objeto de madera pequeño y divertido, y el otro es un objeto descomunal, casi tan grande como la ciudad. Es tan grande que es un indicio, vamos, de que esta historia no es anecdótica, y habla de cosas descomunales, no esperadas y determinantes. La historia, sea como sea y como siempre pasa en la vida, empieza unos pocos años antes de que, propiamente, comience la historia. En la Barcelona de 1835 y, toma ya, en una corrida de toros.