Kiko Amat
Il poverello: vida y milagros de san Francisco de Asís

Francisco era una especie de nerd ultramotivado y asmático que nunca paraba quieto: un día entregaba sus ropas a un leproso, el otro te levantaba una iglesia, al tercero montaba una banda y al cuarto impartía doctrina a unos pajarracos.
Los compadres estaban ya lanzando vivas y planeando la despedida de soltero, cuando Francisco les dejó lívidos al añadir que su novia sería «la pobreza», y que renunciaba a su vida anterior. Adiós Lobo de Wall Street, hola santurrón abstemio.
Al sentir «el aguijonazo de la concupiscencia», se despojó de su túnica, tomó en sus manos «una soga muy dura» y comenzó a azotarse, mientras berreaba: «¡Hala, hermano burro, esto es lo que necesitas: ramalazos y más ramalazos!»